Torah para Vivir

Torah para Vivir

15 dic 2010

Después de Jánuca


BS”D

Qué es la Libertad?
Qué libertad adquirimos los iehudím después de Jánuca?
La libertad de un judío, se concreta cuando abre las puertas y ventanas de su ser y desencadena la chispa Divina que lo sostiene, que le da “existencia”.
Quieres ser libre?
Da rienda, abre los cerrojos para que tu alma Divina, aquella que es una parte de Di-s mismo, actúe fiel a su esencia.
Cómo se hace esto?
Cumpliendo las Mitzvot de la Toráh, estudiando Toráh y sacándose las cáscaras de ego para que el emprendimiento sea verdadero y exitoso.
Di-s nos ha creado con potencial para ser Sus socios en la Creación.
Si hacemos nuestra parte del trabajo, estaremos adquiriendo los beneficios de la “sociedad”.
Nuestra tarea está claramente reglamentada, y a la vez es maravillosa en estimular los talentos y capacidades particulares de cada individuo.
Si cumplimos nuestro rol, si hacemos nuestras Mitzvot, como dice y expresa claramente el Shulján Aruj, la Halajá, (la ley), lejos de robotizarnos, como piensan los cínicos o los necios, estaremos adquiriendo salud, salud infinita en lo espiritual, en lo emocional y en el cuerpo (el mundo material).
Obviamente que los seres habitados por “la serpiente” argumentarán, que los ortodoxos también tienen sus males (Di-s no lo permita)!
El judío ortodoxo, está en el camino de la Verdad, está con las herramientas indicadas para el trabajo, está trabajando, y trabaja para un objetivo Divino.
Si un niño viera a una parturienta en el momento de trabajo de parto, también dentro de su ignorancia y desconocimiento, podría argumentar que las mujeres que tiene hijos, sufren muchos y terribles dolores. Y llegaría erróneamente a la conclusión que es mejor, mas cómodo y seguro, no tener hijos. Sin embargo, si tan solo se quedara hasta el final de la película, vería el “fruto” maravilloso de ese sufrimiento y de ese trabajo. Vería una mamá sonriente y emocionada, más allá del dolor y el cansancio.
El judío observante, el judío estudioso de Toráh, temeroso de Di-s, puede pasar por situaciones poco agradables, pero si toma consciencia de la tarea que debe enfrentar, pronto se verá coronado por frutos que superan ampliamente sus expectativas.
Para esto, el estudio de la Toráh y el cumplimiento de las Mitzvot, deben completarse con un trabajo sin descanso en el refinamiento tanto de la acción, como de la palabra, como de los pensamientos.
La Toráh aprendida de memoria, sin conexión con la intimidad de la persona, sin meditar sobre lo que debe revisar en su vida, de sus emociones y de su comportamiento; la Toráh como un ejercicio mecánico, no logra alzar al ser humano de lo animal al nivel Divino que Di-s le ha otorgado en forma potencial.
Muchas veces, ese fracaso, se debe a que la persona observante, al no utilizar en profundidad las llaves que tiene en su mano, embota su alma impidiendo la expansión de la plenitud de su ser esencial.
Pero, el caso de alguien que directamente desdeña la Toráh (Di-s no lo permita), o que la modifica a su conveniencia, es alguien paupérrimo, que no sólo no puede ayudarse a sí mismo, sino, que lo más probable, es que enferme a todos los que lo rodean.
Alguien que no ha aceptado sobre sí el “Yugo de la Torah”, simplemente es un esclavo que cree ser libre ( y eso forma parte de su auto-engaño y/o de su perversa estafa a los demás). Este individuo, cree ser libre y no admite que todos servimos a alguien.
Si no sirves a Di-s, entonces (Di-s no lo permita) sirves a “otros dioses” ( entiéndase: a tu propio ego, a los mandatos de tus padres, a la moda, a lo que dice tu sicólogo, tu entorno y amigos, etc.).
Estos otros dioses, son los “protegidos” de la serpiente.
La serpiente, no trabaja sola, tiene su “mafia”.
La serpiente se inviste en estas personalidades, les brinda carisma, inteligencia, astucia, una lengua afilada. Son “encantadores”, saben qué decir, y a quién cada cosa. Son aduladores con las personas talentosas con baja-autoestima, son paternalistas con los inmaduros emocionales, son moralistas con los rígidos, son fascinantes!
Muchos judíos hemos caído en sus redes, por qué?
En el alma judía hay una gran capacidad para la fe, para fidelidad sin quiebres, para la devoción, para la entrega, si el judío no dirige, (o lo hace a medias), todas estas aptitudes al servicio de Di-s, si estos tesoros no son puestos al resguardo del crecimiento espiritual kasher (Toráh y Mitzvot), entonces se beneficiaran, los psicópatas de turno, los manipuladores de toda calaña, los vampiros espirituales.
Estas criaturas, que son la personificación de las fuerzas del “otro lado”, se aprovechan de la ventaja del “libre albedrío”.
Qué quiere decir? Que Di-s les permite tener éxito, llenan sus templos, sus consultorios, sus sectas, sus listas de víctimas. Porque Di-s no desenmascara la maldad abiertamente, a fin que cada uno se haga responsable de su propia elección, de su propio libre albedrío.
Di-s les da vidriera.
Pero, beber de esas “aguas amargas” que al principio, parecen dulces, es como una droga, el efecto agradable pasa rápido, luego se vivencian las peores oscuridades y si la persona (Di-s no quiera), no decide volverse a Di-s, al Uno, volverá a “los otros dioses” por más y más mentira, por más fascinación y más alejamiento de su misión.
La verdadera libertad es cortar los alambres que hayan atrapado nuestro potencial judío, y volvernos a servir a Di-s "como Di-s manda", y soportar los dolores de parto con fe e hidalguía, y saber que eso tendrá un fruto delicioso y eterno. Y entonces, encendiendo las velas de Shabat, o de Jánuca, o de Iom Tov, estaremos encendiendo la chispa Divina que el Todopoderoso puso en nosotros para ser revelada a través del cumplimiento de Sus leyes.
Entonces, seremos un canal para la Fuente Divina y no necesitaremos de milagreros, ni de falsos profetas, ni de misioneros, pues liberaremos nuestro mundo interior y el mundo de nuestro entorno para el goce y la alegría absoluta de la Verdadera era Mesiánica.
Ese es nuestro trabajo.
Amén, que comencemos hoy.
Shabat Shalom
Patriicia Dvorah

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