Torah para Vivir

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6 mar 2013

Justicia Divina: La muerte de Hugo Chavez




BS”D
La muerte de Chavez


No hay duda que todos los damnificados por el accionar de Hugo Chavez, oimos esa voz en nuestro interior diciendo: “se lo merece”.
Y sentimos que la Justicia Divina ha actuado.
Y de alguna manera tenemos razón al sentir conformidad porque, después de todo, un enemigo (no sólo del pueblo judío), ha sido eliminado.
Muchas veces rezo porque las máscaras caigan y podamos ver quién es quién. Y también rezo para que en ese momento de revelación, Di-s nos proteja. Porque cuando Di-s se vuelve “visible”, cuando vemos que alguien publicamente, se ha tenido que hacer cargo de sus dichos, de su maldad, enfermando y muriendo, es un anuncio para todos, una advertencia de que urge revisar nuestros propios dichos y nuestra propia acción.
Si Di-s ha comenzado a destapar la olla, mostrando la contabilidad que Él lleva, ventilando hacia los cuatro puntos cardinales que tarde o temprano “todo se paga”, entonces deberíamos tomar muy en serio nuestras propias cuentas.
Porque Di-s, como un buen director de cine, no pone “algo” en escena para rellenar. Si hay una escena fuerte, es un aviso, una llamada de atención, para que comprendamos que ésto es sólo una muestra de algo que se desarrollará con toda su potencia en el futuro de la trama.
Cuando un sabio de Israel tuvo alguna vez que liberar a algun ser humano de un “dibuk”, (un alma foránea que se había instalado dentro de la persona), el sabio lo obligaba (al dibuk) a prometer que al salir de ese cuerpo que no le pertenece, no iba a dañar (a la persona) y que saldría a través del dedo más pequeño del pie, no a través de los ojos, ni la nariz, ni la boca etc.
A qué viene este cuento? Cuando la maldad pierde terreno, cuando es obligada a abandonar sus conquistas, no se esfuma así nomás, y hay que estar protegidos.
Di-s nos mostró con Chavez, Nasrallah, y otros (que sus nombres sean borrados) que ha comenzado el tiempo del JUCIO. Y como el poder de la maldad, ha comprendido que se acaba su hora, emprenderá campañas para (Di-s no lo permita) dañar o llevarse consigo a todos los que pueda.
Entonces es el momento de apegarnos a Di-s con todas nuestras fuerzas. Evaluar cómo nos hemos comportado y tratar de refinar esas zonas oscuras que guardamos en un lugar poco frecuentado por nuestros amigos. 
Y evaluar, refinar, es sinónimo de alegría, no es martirizarse, es sentir la plenitud del que decide comenzar una carrera universitaria a los 50 años. Suena muy difícil, pero quién le quita la ilusión de lograr su sueño y la satisfacción de cada aprendizaje?
Ser lo mejor que vinimos a ser como seres humanos, como judíos o como no judíos, es lo que nos tiene que mover hacia la fiesta que se avecina. Y esto requiere de mucha valentía y humildad, de mucho esfuerzo, constancia y también de alegría genuina. Y Di-s se hace socio. Y eso quiere decir, que el éxito está asegurado.
Bruria, la esposa de Rabi Meir, es una de las mujeres judías más sabias y fuertes de la historia judía.
Rezó para que los malvados hicieran Teshuváh, para que se arrepintieran y tuvo éxito.
Nosotros, al menos, podríamos comenzar a rezar para que nosotros mismos hagamos Teshuváh.
Y cuando hablo de Teshuváh no me refiero exclusivamente a cumplir Mitzvot (Preceptos), porque hay muchos, demasiados, que cumplen Mitzvot y ese cumplimiento es tan superficial, tan sustentado por el ego y la ignorancia, que en lugar de estar acercándose a la Voluntad Divina, están viajando a toda velocidad hacia el antro de Amalek ( Di-s nos proteja).
Cuando hablo de Teshuváh, me refiero a Mitzvot que se transformen en refinamiento emocional, mental, físico y fundamentalmente espiritual.
Chavez es (era) la caricatura de la maldad.
Pero hay maldades, egoísmos, manipulaciones, cinismos, desprecios, subestimaciones, maltratos, malaslenguas, apariencias, falsedades, odios, envidias, celos, traiciones, estafas, abusos, etc. etc. etc. que no son tan evidentes. Ni para nuestro entorno y, la mayoría de las veces, ni siquiera para nosotros mismos.
En un mundo donde todo está mezclado, dónde ya no se sabe exactamente que quiere decir amor, belleza, inocencia, libertad, lo mejor que podemos hacer es ordenar nuestra vida. Poner las prioridades según los dictados de Di-s, según los valores de Su Santa Torah, de manera que el día que llegue nuestra despedida, podamos sentir que ya hemos terminado de limpiar y arreglar lo que se nos encomendó desde el Cielo y no, (Di-s no lo quiera) que nuestra partida, es otro acto de Justicia Divina.

PD: Después de todo, hay mucha gente sabia y buena que enferma y es retirada de este escenario. Y la Justicia Divina, en esos momentos se nos vuelve confusa y dolorosa. Lo que sí podemos abrazar, es la idea de que esta vida es un “pasillo”. Nuestras Almas son eternas, y venimos con estos cuerpos, a cumplir misiones para corregirnos o para ayudar a otros, para concluir una tarea o saldar una deuda. Y en este tránsito convivimos junto con Almas gigantes, que vienen tan sólo a cargar con el sufrimiento que debería padecer toda una generación.
Así que si bien Di-s nos guiña el ojo para que sepamos que la maldad se paga, también debemos saber con certeza que la enfermedad no siempre es un “castigo Divino”, sino un arreglo, un convenio entre el Alma que desciende y Di-s y, que al final de cuentas, todos venimos a pasar por este mundo para finalmente partir. Y lo mejor es hacer bondad y lo correcto a los ojos de Quién nos ha enviado.

Con mucho cariño
Patriicia Dvorah Starkloff