Por el retorno de Eyal, Naftalí y Gilad, sanos y salvos a sus respectivos hogares.
# Bring Back Our Boys
Por qué una parte de la
población israelí abanderada como “izquierdista” son tan
anti-judíos y anti-sionistas?
Para muchos de nosotros es
algo imposible de digerir. Nos produce un gran cortocircuito tanto en nuestra
mente como en nuestro nuestro corazón, la propuesta de vida que estos grupos
quieren imponernos a los gritos.
No podemos entender por
qué boicotean a nuestro país, a nuestra población, a nuestros
soldados, a nuestro presente, a nuestra memoria nacional y a nuestro
futuro.
Se erigen como protectores
de los derechos humanos de las minorías, cuando esas minorías que
ellos intentan justificar, sueñan con la aniquilación y la
destrucción del pueblo judío todo!
Hay escuelas en Israel,
escuelas para israelíes, donde se enseña el Corán y no se habla ni una palabra de Tanaj... Quién pudo haber diseñado un programa de estudios
semejante? Un amigo?
Esta mentalidad y política
autodestructiva, permite la libre expresión de, disculpen el término, una “yegua”
(pido perdón a los equinos) que insolente y soez, se para en la explanada de Iad VaShem para vociferar groserías sobre el holocausto!
Permite que una
parlamentaria justifique los secuestros de nuestros niños, como la lucha auténtica por los derechos de los secuestradores!
Hacen lo posible para que
la política israelí se arrastre de rodillas, sobre cada centímetro de
nuestra herencia y difunden en todo el mundo, la idea absurda y
perversa de que Israel/Jerusalem no nos pertenece por derecho propio.
Muchos llaman a esta mafia
pacifista, traidores y con razón.
Pero qué los mueve?
Acaso, si un judío
despojado de su casa en Polonia en la época del nazismo, regresara a
recobrar su propiedad, y desalojara a los intrusos que usurparon su
hogar, lo llamarían colonizador? Invasor?
Se puede ser tan cínico?
Qué les sucede a estos
judíos que no pueden conectar nuestra realidad actual con nuestro
origen como pueblo, con nuestra identidad indivisa con la tierra de Israel?
Por qué se alían en sus discursos, a quienes
quieren destruirnos pero continúan viviendo entre nosotros, un país democrático y tolerante con los disidentes?
Por qué no se retiran a vivir con quienes ellos tanto defienden, comienzan a hablar desde su lugar de "pertenencia"?
Si son misioneros de la
paz, por qué no se van a convivir en paz con quienes ellos tanto intentan
proteger?
Por qué no hacen de su lucha algo verdadero y se
establecen en Gaza, o Nablus, o donde mejor les parezca?
Por qué?
Hace poco ví un video de
TED, donde un joven científico mostraba como algunos insectos se
vuelven suicidas o violentos contra especies amigables, porque
parásitos han infectado su “cerebro”, haciéndolos
actuar en contra de su propia naturaleza.
Es posible imaginar que un
parásito ha invadido la mente de estos judíos que quieren la
autodestrucción de nuestro pueblo?
Porque, si es probable que un
parásito físico pueda destruir la verdadera voluntad de un insecto
(vivir), quiere decir que también es probable que exista un
parásito mental, emocional, espiritual que modifique la voluntad de los humanos para su propio mal...
Tal vez se trata de un
parásito sociópata, que carcome el cerebro y la voluntad esencial de una masa de individuos, volviéndolos como zombies, con apariencia de estar vivo, pero muerto para su
propósito como ser humano, y en este caso específico, peligroso para el resto del pueblo, del pueblo de Israel...
Existe un síndrome, el
síndrome de Estocolmo, se puede leer sobre él en Wikipedia.
Es un fenómeno en el que
la víctima de una violencia psíquica, emocional o física, se
vuelve leal a quién lo haya dañado.
La víctima defiende y protege
al agresor, a su propio victimario.
Creo que este sídrome, es el
fenómeno que a muchos judíos nos deja perplejos y nos paraliza, nos resulta incomprensible!
Ver
y escuchar como judíos defienden con uñas y dientes a quienes
niegan nuestro derecho a la Tierra de Israel...
Ver y escuchar a judíos que defienden a quienes nos quieren aniquilar...
Debemos reconocer que
están enfermos. Que si aún no han muerto del todo, de todos modos, quieren empujar
al pueblo judío al suicidio.
Para mi modesto entender,
no es una cuestión política, es una cuestión de salud mental.
Y
hay muchos que aún podrían llegar a curarse, puede ser que ocurra, pero
hasta entonces, creo que sería conveniente desenmascarar
abiertamente a estos entregadores, a aquellos líderes que sus cerebros han sido
fagocitados por el parásito del odio a sí mismos, a sus hermanos y a
sus ancestros y que trabajan día y noche para favorecer los planes de autodestrucción.
Y no estoy hablando de los que reciben grandes premios económicos y financieros por esta traición, esos deben ser investigados hasta comprobar el soborno.
Me refiero a estos fanáticos que trabajan gratuitamente para la desmoralización y desestabilización de Israel, Di-s no lo permita.
He conocido gente de
izquierda, que dió su vida por construir el Estado de Israel, y luego, pasados los años, su valentía se pudríó en infinitos argumentos
para justificar conceder al enemigo todo lo que éste exigiera, aunque este ceder demoliera de un mazazo, años de lucha y sacrificios entregados al ideal nacional.
Esa gente,
vive en una doble mentira, se han traicionado, renunciando a todo lo
que los movilizó para vivir y luchar por un Estado Judío y
se traicionan al no reconocer, que el enemigo ha crecido gracias a nuestras
claudicaciones y que en lugar de conseguir la paz tan preciada, lo
único que trajeron esas infantiles ansias de ser vistos como los
“buenos ciudadanos del mundo civilizado", es más ataques, terrorismo, bombas, secuestros, muertes y más dolor.
Ruego a Di-s, que abramos
los ojos, para darnos cuenta que aquellos que hablan de nuestro
reestablecimiento en Yehuda y Shomrom como un acto de invasión y conquista en Cisjordania, son personas infectadas psicológica y emocionalmente
por un desequilibrio que se manifiesta atacando a quienes, por herencia e historia, somos los legítimos dueños de nuestra tierra.
Es hora de investigar a
todos los que hacen apología del delito, justificando los actos
terroristas como una manera legal de lucha por la independencia.
Ya han tenido su hora con
Oslo, Gush Katif y otras claudicaciones unilaterales.
Han fallado.
El camino de
ellos, la patética propuesta de estos grupos, sólo ha conseguido más
ataques a Israel y a nuestra gente. Di-s nos proteja.
Ahora es el momento de
pararnos sobre nuestros pies, erguirnos firmemente sobre la tierra
que nos pertenece y enfrentar a aquellos que nos quieren hacer caer frente al enemigo exterior.
Nuestros enemigos internos, son simples
traidores con aires de intelectuales y progresistas.
Que quede claro
que ellos NO representan ni reflejan la verdadera voluntad de nuestro pueblo
que es y será eternamente:
AM ISRAEL JAI, en nuestra propia tierra, en Eretz Israel.
Patriicia Deborah
Starkloff
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