Torah para Vivir

Torah para Vivir

8 jun 2020

CONFÍA EN HASHEM



Antes de ser esta judía observante, que soy hoy, fuí una judía laica que trabajaba como cantante profesional y como actriz en Argentina.


Durante los años que trabajé para el programa de Susana Gimenez, aprendí muchas muchísimas cosas sobre las mentiras que se venden por televisión.

Desde personas que se odian fuera de cámara y que frente a cámara son amantes, pasando por notas armadas con actores, o notas que son pagadas para promocionar alguna cosa, hasta gente que frente a cámaras ha dicho verdades que hicieron poner nerviosos a todos los del piso y la producción...

En los últimos años que trabajé allí, comencé mi camino de Teshuváh, mi camino de búsqueda esencial, de mi identidad judía, de la misión de mi alma...

Y muy en el comienzo de este camino, decidí decir la verdad.

Es decir, intentar no mentir.

Nosotros no somos conscientes de cuántas mentiras decimos a diario:

“Uno de estos días, te llamo” cuando uno no piensa llamar...

Mentiras blandas, blancas...

Uno de esos días, llegué al set donde salía en vivo el programa.

Llegué primera, más que puntual, para maquillarme, peinarme y cambiarme la ropa.

Luego fueron llegando otras compañeras...

El staf femenino se dividía en “las chicas del coro” y “las bailarinas” que también eran conocidas como los “susanos” porque, junto a los bailarines, le hacían de secretarias y ayudantes, a la conductora.

Las chicas del coro, sólo cantábamos.

Ese día, llega alguien, al camarín de maquillaje, y avisa que la que primero termine, vaya a ensayar un truco con TUSAM, sí, el mago.

Yo no quería ir, porque sabía que el truco, servía para engañar a los telespectadores, que creían que el tipo tenía poderes para todo y también para curar.

Él estaba preparando un gran evento en un teatro, y venía a promocionar su estafa, en el programa de la diva.

Una de mis compañeras (una susano/bailarina) esperó que yo me apurara y fuera al piso a asistir al mago en cuestión.

Pero yo hice todo lentamente, mientras mi compañera insultaba...

El clima se cortaba con tijares, pero yo me hice la tonta y me maquillé a dos pestañas por hora.

Le pedí a Di-s que me salvara...

La violencia de mi compañera aumentó y finalmente, luego de despotricar y poner el grito en el cielo, salió hecha una furia, hacia el piso donde el mago, estaba fabricando su escena poco honesta...

Di-s me salvó.

Y entendí que a veces uno debe soportar mucha presión, muchos insultos, porque quieren doblegarnos, hacernos cómplices, someternos a sus voluntades.... pero Di-s está allí, para liberarnos en el último momento.

Si yo hubiera dicho abiertamente que yo no iba a participar, me hubiera quedado sin trabajo ese mismo día...

Pero hice silencio, recé y esperé.

Hoy parece que el Nuevo Orden Mundial, nos va a comer vivos.

Pero tenemos al Hacedor de nuestro lado.

Él tiene y Es, todo el PODER.

Sólo debemos aguantar la presión mientras rezamos y clamamos para que el Todopoderoso nos salve!

Y como en la Salida de Egipto, Di-s, hará Maravillas.

Amén!

Soy Deborah Starkloff

No hay comentarios: