En nuestra época, a pesar de los
avances científicos y sociales, que nos ilusionan con aires de
libertad, debemos salir de Mitzraim, del antro de la esclavitud...
Aún en muchos lugares del mundo, hay
gente que padece la abominación de estar sometida físicamente a los
rigores de la esclavitud...
Algunas personas u organizaciones
libres, pueden luchar e intentar salvarlas de esa condenada
existencia...
Pero la peor de todas las esclavitudes,
reside en la mente, y si las personas sometidas, no son conscientes
de la batalla que deben enfrentar para ser quienes vinieron a ser,
ningún salvavidas externo podrá liberarlas....
El ejemplo lo tenemos en las
explicaciones sobre lo sucedido en el Mitzraim bíblico.
Sólo un 20% de los esclavos quiso
salir con Moshé...
Te asombra?
La Torah, es una instrucción para la
vida, y allí, se nos enseña que no todos están dispuestos a pasar
las penurias y la incertidumbre de la libertad.
Muchos permanecen inmóviles,
sufriendo, y excusándose sobre la imposibilidad de un destino
mejor...
Hoy en día, sucede lo mismo.
No voy a hablar de los sometimientos de
los pueblos, ni de las sociedaddes, sino del sometimiento al que
cualquier individuo puede acostumbrarse, simplemente, porque todo su
entorno lo hace sin chistar.
La historia la construyen los hombres
masas, aquellos incapaces de pensar por sí mismos, aquellos llevados
de las narices por la palabrería de líderes carismáticos y
manipuladores, aquellos que prefieren la comodidad de la queja
cotidiana y la irresponsabilidad sobre su propio existir, antes que
salir al inhóspito desierto de ser un libre-pensador o un buscador
de sentido...
Ellos, los hombres masa, hacen la
historia, como ladrillos anónimos, que encajan uno sobre otro,
adheridos entre ellos, intolerantes con aquellos que expresan otras
cosas, otras formas y otra esencia. Ellos son las pirámides.
Ahora, los que cambian la historia, los
que provocan ese giro social, que permite cambiar el curso de la
costumbre o la aceptación social, no son los hombres masa, sino
aquellos que se mueven...
Son personas que, más allá de la
formación, el status, el color, el sexo, la etnia, o el oficio, se
destacan por cuestionar el status quo imperante e intentan liberarse
de las cadenas de la masificación.
Son personas que, gracias a su
insolencia y a su búsqueda de la verdad, no compran carne podrida,
ni aceptan la realidad dibujada de los políticos, los doctores, los
religiosos o los diseñadores de turno.
Son personas que no aceptan ser
etiquetadas.
Son personas que dejan su impronta, más
allá de que si la masa se entera o no.
El bullying instalado en la sociedad
moderna, ocupa el rol de lo que era Mitzraim.
El bullying castiga a aquellos que son
diferentes, ya fuere que son distintos por mérito propio o por algún
tipo de incapacidad personal ya sea física, emocional, intelectual,
espiritual o psicológica.
Todos en mayor o menor medida hemos
padecido la violencia del bullying...
La característica principal de esta
manera de someter a las personas, es que aquellos que utilizan el
acoso como modo de sometimiento, no sueltan la presa.
Así, exactamente como el Faraón en
Mitzraim, que no quería dejar salir al pueblo de Israel, el
bullyiador, no quiere dejar ir a su víctima.
Ésto es algo que los sometidos al
abuso, no pueden remediar con facilidad.
La única manera de librarse de este
tipo de esclavitud moderna, es salir de ahí, ya sea físicamente, o
emocionalmente.
No es fácil.
Si te ha puesto en la mira, algún
predador social, un psicopatón que no soporta tu singularidad,
deberás darte vuelta como una media, buscar y hacer crecer tu
fuerza interior y continuar con tu camino.
Es probable que pierdas algunas plumas,
pero salvarás tu pellejo y sobre todo, tu esencia.
Los bullyiadores sociales, que abundan
en las redes virtuales, los puedes detectar facilmente porque atacan
a sus víctimas desde cualquier flanco, la difaman, la denigran, la
burlan, la menosprecian, y no la dejan en paz.
Los acosadores necesitan abusar para
vivir.
Como un vampiro emocional, recuperan
energía y vitalidad de las víctimas que eligen.
Lo que tenemos que saber, aquellos que
deseamos expresar nuestro modo particular de pensar, de sentir, de
creer o de ser, es que aquellos que intentan paralizarnos y
esclavizarnos con su abuso, ya sea virtual o vivencial, son en
realidad, los instrumentos que tenemos para fortalecer nuestro propio
potencial interno.
Así como en un gimnasio, en un
entrenamineto físico, tus habilidades corporales no salen a la luz,
hasta que te entrenas con ejercicios que te ofrecen resistencia, así
también, estos personajes que quieren hacerte la vida imposible, en
realidad vienen a revelar tu verdadera fuerza desconocida aún,
especialmente para tí.
Así, que si alguien o muchos, te están
provocando, acosando, bullyiando, hostigando, o golpeando, es una
señal, de que, desde el Cielo, te ofrecen una capacitación para
conquistar tu libertad.
La decisión está en nuestras manos.
Finalmente los bullyiadores, son la
resistencia, que nos permite expresar nuestras propias fuerzas.
Ahora, prepárate para salir de
Mitzraim.
Patriicia Deborah Starkloff
2 comentarios:
Hasta hoy no tuve la ocasión o el momento personal adecuado para integrarme con el texto. Me encantó esa parte final "como señal del cielo" q es bastante profético para más de uno o una q nos encontremos en esa situación. Le faltó decir "Lej Lejá". (Sal d tu tierra y tu parentela a la tierra que te mostraré, dijo Hashem a Abraham, pero también nos habla a nosotros según indica en su texto. ¡Mis felicitaciones!
Bueno hoy tengo la oportunidad de ampliar un poco más mi comentario anterior ya que pareciera que solo puse mi atención al párrafo del final que le mencione. Todo el texto es verdaderamemte cierto y comparto de principio a fin lo que usted expone. Seguramente hará mucho bien a ese 20% que necesita de una palabra de apoyo y una luz ante tanta oscuridad "Una Instrucción" pues para el resto también muy útil porque en el ADN tenemos escrito el gen de la libertad . Y es verdad que como usted dice, nos fortalecemos para contiuar el camino hacia la meta prevista. Darle las gracias por llevar su mensaje a las Naciones como está escrito. Shalom
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