Torah para Vivir

Torah para Vivir

23 ago 2013

Para pensar en Elul





Di-s no es como un cartógrafo que se dirige al terreno tridemensional para 
estudiarlo y luego dibuja los mapas en un plano.
Di-s dibujó los planos, y luego creó la realidad.
Junto con los planos concibió las leyes que regirían este espacio, nos colocó en él para que lo habitemos y concluyamos Su tarea y nos ordenó estudiar y cumplir con aquellas reglas que nos habilitarían el paso por este mundo con un sentido esencial.
La Torah contiene todas las instrucciones para que hagamos de nuestro viaje algo relevante y positivo. Y la Torah no es sólo el Pentateuco, sino todas las instrucciones explicadas en la Torah Oral hasta nuestros días.
Si cuando llegue nuestra hora, queremos abandonar este mundo físico con algo más que arrugas y experiencias, debemos atender las instrucciones del Creador.
Por qué?
Porque Él conoce los campos y los abismos, las aguas amargas y las dulces... 
Él conoce la raiz espiritual de cada uno de nosotros y lo que cada uno de nosotros vino a ser y a hacer...
Pero aquí reside un secreto que no todo el mundo está dispuesto a escuchar...
Fuimos enviados para hacer.
El estudio de las instrucciones Divinas, deben transformarse en acción, en cambio, en revolución...
Si lees los mapas y los conoces de memoria pero nunca bajas al terreno para recorrerlo con tus propias piernas, con tus talentos, con tus emociones, con tu cabeza y tu corazón, estas en problemas...
Elul es ese espacio de tiempo, donde conversas con Di-s sobre cuánto te ha servido conocer a fondo los mapas que Él te ha dado, cuánto te ha cambiado en tus vínculos, y cuán grande y maduro te reconoces con respecto a años anteriores... A ayer...
La Torah fue creada por Di-s, la realidad fue creada por Di-s, pero en nuestras manos, el Eterno nos legó la capacidad de hacer Divino nuestro paso por este mundo.

Shabat Shalom
Shaná Tová UMetuká

Patriicia Dvorah Starkloff

1 comentario:

Yvonne Cruz-Sandoval Martell dijo...

Querida Maestra:
Leí su hermosa síntesis sobre Elul, y sus reflexiones me hicieron recordar algo sobre el misticismo. El camino místico, fundamentalmente, enseña a vivir la unión, permanente y profunda, con Di-s el Absoluto. Es un tema imprescindible en la espiritualidad aunque haya sido interpretado de diversas maneras. Pero ese inmenso campo de acción, también necesita una suerte de mapa que debe ser bien conocido a fin de tomar la decisión de seguirlo con todo y lo que, como humanos, pudiera parecernos riesgoso…
Hay un pico en el Monte Everest llamado ”Di-s, el Absoluto”…. Pareciera una paradoja, pero es real y llegar a él no debe ser nada sencillo. Por supuesto que requiere conocimiento de las rutas, destreza, fortaleza, estar “en forma”, valor, mucha confianza, pasión y deseo… un gran deseo de alcanzar la meta…..
Yo imagino así ese campo que Dios nos regala y nos pide conocer y seguir sin temores. No siempre es sencillo, pero es del todo posible. Las motivaciones no pueden fundarse sino en el Amor por HaShem; las duras exigencias, las tormentas y noches oscuras que seguramente habremos de atravesar, tendremos que fundamentarlas en la esperanza de su compañía. Pero para la decisión y determinación, para el proceso amoroso de caminar sea cual sea el terreno, acaso deba bastarnos con la dignidad que nos confiere el ser hijos de Di-s para poder continuar sin temor al extravío, con la confianza del amor con que nuestras almas fueron creadas y hechas para “completar la obra divina”, como Usted lo dice tan bellamente. Hay que movernos por y en el amor, haciendo todo con amor, valorando y disfrutando lo que Di-s nos regala en el camino, agradeciendo con amor y, sobre todo, padeciendo todo lo que se deba padecer también con sabor de amor…. ¡¡Dulce y difícil tarea es Elul!!, pero ¡¡cuánto merece la pena esforzarse para vivirlo plenamente!!.
Perdone lo que digo con tanta ignorancia, gracias por tomar en cuenta que lo digo con el corazón. Gracias por su luz y sus respuestas!. Pido sus plegarias y le ofrezco humildemente las mías.
Con mucho cariño y rosas para usted,

Yvonne