Agradezco a mi hija el haberme prestado este dibujo de su autoría
Teshuvá es
hacer que la conducta de la persona sirva para volver a inspirarse e
inspirar a los demás...
Si cuando piensas en
“hacer Teshuvá” se te ocurren los modos de ser más estricto, es
probable que no sólo NO estes en el camino de volver a acercarte a
la esencia de tu alma, sino que, por el contrario, estes regando tu
camino con absurdos escollos que generaran mucho dolor y poca
alegría.
Los preceptos, son
técnicas para crear tu propio camino hacia Dios.
Como cualquier técnica,
servirá siempre y cuando sepas que el protagonista es el "contenido" que debe aflorar de tí.
Como cualquier técnica,
requiere de un accionar coherente, para que los resultados sean
positivos.
Supongamos que alguien
decide estudiar la técnica del canto. Tiene una voz potencial, pero
no sabe como manejarla. Entonces se esfuerza día y noche en
practicar ejercicios, respiraciones, vocalizaciones, que en
principio, algunos muy divertidos y otros tan hoscos como la extensión de un infinito desierto...
Pero que, en definitiva, tienen la capacidad de permitirle conocer la calidad de su voz, sus
aptitudes, su rango, su dinámica, y más.
Si mientras se esfuerza
por hacer surgir esa voz potencial y salvaje, para transformarla a
través del trabajo, en una voz plena de matices, de colores, de
fuerza y de sensibilidad, se la pasa fumando, bebiendo café y
alcohol, trasnochando y gritando goles en la cancha, todo su esfuerzo
por tener resultados bellos y armoniosos, serán absolutamente
inútiles. Y para coronar la tragedia, su ego inflado por sus largas
horas de ejercitación y la instrucción de grandes maestros en la
materia, lo cegará y no podrá admitir, que está viviendo una gran
CONTRADICCIÓN!
Si mientras tratamos
de cumplir más y más Preceptos, continuamos despreciando sutilmente
a todo el que no se arrima a la observancia, exigimos milimétricos
ajustes en nuestro hogar hasta transformarlo en una horca, nos
preocupa más el "qué diran" de los integrantes de nuestra Kehilá si
nuestro hijo decide ponerse un arito, maltratamos a nuestros seres
queridos y nos “hacemos los buenos” con los extraños, hablamos
mal de todos los que “abandonaron el camino”, serruchamos el
avance de cualquier profesional que, aunque es observante, no
responde a “nuestra” la línea...
Si enseñamos TODO LO
QUE NO SE PUEDE, en las relaciones íntimas, en Shabat, en Kashrut,
etc. en lugar de dedicarnos a enseñar todo lo que SÍ...
Si nos gastamos el
tiempo haciendo “kiruv”, pero nos olvidamos de atender a nuestros
propios hijos, a nuestra/o esposa/o...
Entonces estamos
viviendo en CONTRADICCIÓN!
Hacer Teshuvá, es
lograr que cada día seamos más honestos con nuestro verdadero ser.
Hacer Teshuvá, es
abandonar la idea de gustarle a la gente o atraer más y más
congregantes a nuestra comunidad, es dejar de adorar “OTROS DIOSES”
y concentrarnos en ser verdaderos.
Hacer Teshuvá es reconocer nuestras dudas, nuestros
miedos, nuestras caídas y trabajar y limpiar nuestros rostros, hasta
que nuestro interior y nuestro gestos, coincidan en un gesto de pura
honestidad.
Y si no se puede
aún, lo mejor, como con la técnica del canto, es hacer silencio.
Trabajar en silencio
es una muy buena curación para las incoherencias.
Y lo sé, porque
muchas veces debo permanecer en un pozo oscuro, hasta saber cuál es
la verdad que puedo decir sin ruborizarme.
Les deseo éxito en
el intento
Y Shana Tová
Umetuká para todos!
Con cariño
Patriicia Deborah
Starkloff
1 comentario:
que bello patricia! es real, es verdadero!
me has emocionado, es un texto cargado de simbolismo y verdad. ama al prójimo como a ti mismo, es la realidad que a menudo se olvida.
y no hay que temer lo venidero, pues el compromiso es aquí y ahora para con nosotros mismos y con los demás.
feliz rosh hashaná!
besos desde león de una judía de sentimiento y de sangre!
Publicar un comentario