Torah para Vivir
16 jun 2010
Se bueno!
BS”D
Un ángel le enseña Torá a un bebe que crece, que se mece dentro de una mikve. El bebé, que aún no habla, que aún no camina, estudia Torá meciéndose en las aguas cálidas que Di-os le ha proveído dentro del vientre materno.
Ya es la hora, es hora de partir, de salir al mundo, el ángel apoya un dedo sobre el labio superior del la criatura, deja una marca, la marca que denuncia que toda la Torá se ha vuelto inconsciente, toda esa Santa Torá ahora yace en lo oculto...
Un instante antes de nacer el ángel le suplica, se bueno! No hay otra cosa, HaShem ya ha decidido si serás rico, si serás sano, si tendrás muchos hijos o si serás el hombre más inteligente de la tierra, solo te permite elegir una cosa si todo eso lo usarás para el bien, o lo usarás para hacer el mal. Si todo lo que el Eterno te da, lo utilizarás para revelar Su existencia o si, jas veshalom, para negarla. Sé bueno! Y al final de tus días te estaré esperando para que me cuentes que hiciste con toda la Torá que te enseñé...
El bebé es estrujado hacia fuera, y al salir llora, llora porque el desafío es enorme, ahora, que no recuerda nada de lo que estudió, ahora que aún no tiene palabras para nombrar sus miedos debe empezar su tarea, la tarea de traer luz Divina al mundo...
Nadie elige donde nacer, ni el hogar en el que va a ser criado, sólo Di-os sabe por qué nuestras Matriarcas nacieron en hogares corruptos e idolátricos, pero nosotros podemos intuir, que desde el inicio, el Todopoderoso, con Su gran misericordia nos enseña que la oscuridad es para ser liberada, y que Él coloca grandes almas en lugares tenebrosos para que ellas expriman todo su potencial y transformen sus vidas en fuentes de amor.
Esta vida nuestra es un gran escenario donde Di-os nos obliga a dejar de lamernos las heridas, nos presiona para que descubramos la Torá que cada uno vino a revelar, nos abraza con su aliento cuando ya no damos más y nos vuelve a soltar para que sigamos volando, escalando las pruebas.
Mientras respiramos, sabemos con certeza que HaShem tiene esperanzas en nosotros. Hoy, un pasito más hacia ÉL, puede ser la llave que estamos necesitando para que llegue la Gueulá, todos somos importantes, aquí, no hay papeles secundarios, intentémoslo día a día segundo a segundo, la Torá nos guía con infinitos ejemplos, y también podemos emular buenos modelos, modelos que, tal vez, están más cerca nuestro, de lo que imaginamos.
Gracias,
Patriicia (Dvorah)
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