BS"D
Elul, el último mes del año judío, el tiempo propicio para hablar con el Rey que está en el campo, y hacer Teshuváh.
El Rey está en el Campo, no está en el templo, ni en la yeshiváh, ni bajo una jupá, ni en una escuela religiosa. Tampoco está en la Mikve, ni en la mesa de Shabat, ni en el Kotel.
El Rey está en el campo...
En dónde?
En el campo...
Allí no hay caminos, no hay construcciones, no hay teorías, ni matemáticas, ni filosofías, ni siquiera hay muchas palabras...
En el campo, está el trabajo. El verdadero trabajo.
Estamos preparando la tierra, o sembrando, o regando, o sacando maleza, o cosechando, o juntando y almacenando los frutos de la labor de nuestras manos...
El campo es pura acción, no es un lugar de divagues, ni disfraces, ni carisma.
En el campo cada uno es quién es, cada uno es su trabajo y lo que ha logrado hasta el momento.
El Rey sale al campo porque no quiere ver lo que ya vio, no quiere ver las apariencias, ni las escenografías que muchos producen para asegurarse que estan en el "camino".
El Rey no necesita esos caminos. El Rey quiere ver qué hacemos fuera de esos caminos, quiere vernos cómo somos cuando estamos a la intemperie, sin kipá, sin medias, sin árbol genealógico. El Rey quiere meterse con cada uno de nosotros en medio del trabajo cotidiano.
El Rey quiere ver nuestro amor, justo allí, donde pareciera que el amor no es importante...
Quiere ver nuestro respeto, allí, donde parece que es irrelevante...
Quiere oir nuestros tarareos cuando no hay público ni cámaras...
El Rey sale al campo para ver si todo lo que hacemos presionados por el entorno, por las miradas juzgadoras o etiquetadoras, son nuestra verdad, nuestra verdadera VERDAD.
El Rey sale al campo porque también se aburrió de que en nombre de la Torah, de Su Torah, se hagan cosas contrarias, opuestas a Su Voluntad...
Y por eso sale al campo... Porque quiere estar cerca de aquellos que no estan en el camino... En ese camino que poco le queda de esencial y mucho tiene de egos gritando que la Torah está de "su lado"...
Como si la Torah tuviera un sólo lado y una sóla forma, un sólo color y un sólo peinado... Como si la Torah fuese un molde donde todos tienen que caber de la misma manera, y haciendo la mismas cosas...
El Rey se va al campo para ver si encuentra gente que utiliza los talentos, las semillas que Él les ha otorgado de manera creativa, tratando de emular al Creador máximo...
El Rey va al campo porque allí está la gente que se ensucia y trabaja, y excava, y ruega por las lluvias y agradece.
Elul es un tiempo muy especial...
El Rey se toma vaciones y se va al campo, con los que hacen senderos y no siguen los caminos trazados, con los que ponen todo de sí, pero saben que los resultados dependen de Cielo...
En el campo el Rey descansa de todos esos ministros chupamedias que tratan de impresionarLo contándole toda la sarta de jumrot que cumplen creyendo que ésto los eyectará hacia el tzadikismo cósmico...
A veces lloro por el Rey...
Por toda esa basura de categorías, etiquetas, mentiras, crueldades, fanatismos, mediocridades, cegueras, acosos, que hacen en Su nombre...
Y cuando lloro por Él, lloro por mí, porque quisiera estar todo el año en el campo con el Rey, trabajando para ser más yo, para ser fiel a Quién me envió sin que me importe la chusma que utilizan la Torah para erigirse en pedestales malolientes de "nosotros somos los auténticos servidores del Rey".
Servir al Rey es utilizar todo el potencial que Él nos otorgó y sembrarlo en tierra fértil.
Servir al Rey es saber que todo viene de Él...
Y quién es tan insolente como para convencerse o intentar convencer a otros que la "fidelidad" al Rey se mide renunciando a los talentos o a las capacidades que Él nos ha prestado para explorar y hacer madurar como un fruto jugoso?
En Elul, el Rey se toma vacaciones de todos los que repiten sus plegarias porque sus padres y sus abuelos y sus rabinos lo hicieron antes...
El Rey se va al campo... Es bueno aprovechar este tiempo y no perderlo en campeonatos de Mitzvot, sino en ser honestos, aunque sea un poco más que el resto del año.
Al Rey no le importa si la peluca es de cabello natural o sintético, si en definitiva, no gozamos de la vida que Él nos está otorgando...
Al Rey no le mueve un pelo que todos crean que Moshi y/o Rajeli son Tzadikim...
Al Rey no se lo engaña...
Si no disfrutas de tus hijos, de tu esposo/a, de tu Alma y de tu cuerpo, si no disfrutas de la belleza del mundo, de una nueva idea que Él puso en tu cabeza o en tu corazón, Él, no está contento contigo...
Acaso nosotros sí lo estaríamos? Estamos contentos cuando alguien está con nosotros porque los demás lo miran o lo juzgan?
El Rey no es celoso, sino que no soporta las careteadas...
Después de todo es el Rey y odia a los hipócritas...
Si algo no nos suena muy honesto en nuestro "camino de Torah" creo que Elul es un buen momento para tomarse vacaciones, e ir al campo a hablar con el Rey, con Di-s.
Shaná Tová Umetuká
Patriicia Dvorah Starkloff
PD: A veces uno debe inventar un sendero que nunca existió, eso es ser un hebreo. El judío vino a revolucionar el mundo y la Creación. El cambio comienza ahora, con el primer paso hacia el campo donde nos espera el Rey.
1 comentario:
Querida Señora, o quizá debiera comenzar a llamarla Maestra:
Permítame intentar el entendimiento de esto que se ofrece fresco y hermoso como el campo por donde hoy mismo se pasea Nuestro Padre Ha-Shem….. Si Di-s sale al campo en Elul, ¿es para mostrarnos en grande y a todo color su misericordia divina?. Creo que él nos invita a pasear de su mano sin poder esconder nada, mostrándonos como el fruto que él espera de la buena semilla que él mismo sembró en y con cada uno de nosotros…. Quiero creer que Di-s sale al campo no a juzgar, de primera instancia, sino porque confía en lo que sembró y en lo que tendremos de bueno para agradecerle. Esto es parte de mostrarnos su misericordia. Toda la grandeza del campo es Di-s, ¿no nos sentiremos avergonzados de recibir tanto y dar a veces tan poco?.... Ese mensaje sutil, también es misericordioso….. El campo a donde Di-s nos invita, tiene una belleza inusitada en sí mismo y nos ofrece un aire limpio y nuevo, como si Ha-Shem también nos brindara un descanso a nosotros y nos hiciera una invitación a renacer, a revivir, a encontrar un remanso de consuelo; eso también es el aroma de su misericordia….. Debiéramos desear vivir siempre en el campo y esperarlo, año con año, con la misma confianza que él nos muestra, sin temor por lo mal logrado, sin fingir lo que no obtuvimos, confiados en su amor infinito y listos siempre a darle mejores frutos cada vez. Contribuyamos con las buenas obras de nuestra vida a la fecundidad de ese campo de Di-s que él se encargará de regar con su gracia….. acaso lleguemos a ser dignos hijos suyos.
Esto entendí muy pobremente, de su hermoso texto, Señora querida. ¡¡Gracias por su mensaje siempre claro, diáfano, lleno de Di-s!!. Con mucho cariño y ofreciendo disculpas por mi corta comprensión y mis errores de interpretación, le dejo un abrazo y rosas para su vida. Yvonne.
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