Torah para Vivir
22 ene 2011
Para la elevación del alma de mi papá
BS"D
LeIlui Nishmat Iosef Shíe ben Meishe Iosef Z"L
Ahora que estás verdaderamente libre, puedo decirte lo que nunca antes supe...
Gracias, Papá.
Sé, que cuando las almas están en en Cielo, Di-s las consulta antes de bajar, antes de encarnar en un cuerpo. El Todopoderoso les advierte a las almas qué se espera de ellas y en qué condiciones...
Entonces, cada alma conoce su destino, todas las pruebas por las que va a pasar, todos los enemigos que tendrá que soportar, y sabe exactamente cuál es la misión que debe cumplir...
El Baal Shem Tov haKadosh, enseñó que una Neshamá, puede descender a este mundo por un período de 70 u 80 años, tan sólo para hacerle un favor a un Iehudí.
Y yo sé, ahora sé, que tu Alma bajó para permitirme sentir, que yo era valiosa.
Tu bondad para conmigo es infinita.
Me diste lo mejor de ti, lo mejor que tenías...
Me diste lo "esencial"
Tú, te hiciste cargo de transmitirme ese algo esencial, algo que me permitiría llegar hasta aquí, hasta este momento. Me hiciste saber que existía alguien que me amaba más allá de todo, que más allá de festejar o no mis decisiones, se mantenía fiel al amor y admiraba mi búsqueda incondicionalmente.
Ese alguien eras tú.
Tú me amaste y me hiciste saber que ese amor, no dependía ni de mis acciones, ni de mi color de pelo, ni de mis amistades, ni de nada que yo hiciera o dejara de hacer...
Tú me amaste y corriste a auxiliarme cada vez que te lo pedí...
Y por ese amor, sin palabras, ese amor de sonrisas amplias, lograste que cuando finalmente, busqué a ese Alguien Superior a todo, a ese Ser que amaba más allá de todas las trasgresiones, más allá de las rebeldías, encontré ese amor infinito latiendo dentro mío, y supe que un amor así era posible, porque tú lo habías plantado en mi.
Entonces comencé el camino de Retorno a nuestro Padre, a Di-s.
Gracias a ti, supe que Di-s me amaba más allá de todos los pecados, los errores, más allá de todas las manchas que traje puestas del largo camino en la oscuridad...
Y por ese amor, pude aceptar lo que Di-s me proponía sin sospechas, sin temor a ser manipulada, pude tomar Su ofrecimiento con todas mis fuerzas, con toda mi fidelidad posible.
Y Di-s me regaló la opción de empezar una vida nueva, una vida verdadera, una vida de Torah.
Hoy, cuando percibo que estoy encaminada en la misión de mi Alma, tengo que agradecerte infinitamente tu amor incondicional y tu aceptación.
Que el Santo Bendito Sea, bendiga tu Alma eternamente por haberme regalado ese amor, ese amor que me permite hoy amar, creer, y ayudar a otros a encontrar la esencia de Di-s dentro de sus corazones.
Estamos separados por un breve lapso, hasta que en los días Venideros, Di-s te resucite y vuelvas y camines por las calles de Jerusalem, conmigo y con toda mi familia, iluminando el mundo entero con tu generosa y bondadosa sonrisa.
Amén, que sea pronto en nuestros días.
Te amo, te extraño
Tu hija
Patri.
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