Torah para Vivir
5 mar 2012
Torah en Español Libro Shemot (Éxodo) Ki Tisá
LIBRO SHEMOT - PARASHÁ TISÁ (cuentes)
Adar 10 – 16, 5772 / Marzo 4 – 10, 2012
11 El Eterno habló a Moshé (Moisés), diciendo: «12 Cuando hagas un censo de los Hijos de Israel según sus números, cada hombre le dará a El Eterno expiación por su alma cuando los cuente, para que no haya plaga entre ellos cuando los cuente. 13 Esto darán: todo el que pase por el censo, medio siclo del siclo sagrado, el siclo es veinte geras, medio siclo como ofrenda para El Eterno. 14 Todo el que pase por el censo, a partir de los veinte años en adelante, dará la ofrenda de El Eterno. 15 Los ricos no aumentarán y los pobres no reducirán el medio siclo: darán la ofrenda de El Eterno para expiar por vuestras almas. 16 Tomarás la plata de las expiaciones de los Hijos de Israel y la darás para la obra de la Tienda de la Reunión; y será un recordatorio ante El Eterno para los Hijos de Israel, para expiar por vuestras almas». 17 El Eterno habló a Moshé (Moisés), diciendo: 18 «Harás una Jofaina de cobre, con base de cobre, para los lavados; la colocarás entre la Tienda de la Reunión y el Altar y allí colocarás agua. 19 De ella, Aarón y sus hijos se lavarán las manos y los pies. 20 Cada vez que entren a la Tienda de la Reunión, se lavarán con agua y no morirán, o cuando se acerquen al Altar para oficiar, para elevar el humo de una ofrenda de fuego para El Eterno. 21 Se lavarán las manos y los pies y no morirán. Será para ellos decreto eterno, para él y su descendencia por todas sus generaciones». 22 El Eterno habló a Moshé (Moisés), diciendo: «23 Ahora tú, toma para ti especias selectas: quinientos siclos de mirra pura; canela aromática, de la cual la mitad será doscientos cincuenta; doscientos cincuenta de caña aromática; 24 quinientos de casia, del siclo sagrado, y un hin de aceite de oliva. 25 De ello harás aceite de unción sagrada, un compuesto mezclado, artesanía de perfumista; estará destinado a ser aceite de unción sagrada. 26 Con él ungirás la Tienda de la Reunión y el Arca del Testimonio; 27 la Mesa y todos sus utensilios, la Menorá y sus utensilios, y el Altar del incienso; 28 el Altar de las ofrendas ígneas y todos sus utensilios, y la Jofaina y su base. 29 Los santificarás y permanecerán santo de santos; todo lo que los toque será sagrado. 30 Ungirás a Aarón y a sus hijos y los santificarás como Mis sacerdotes. 31 Hablarás a los Hijos de Israel, diciendo: Esto quedará para Mí como aceite de unción sagrada por vuestras generaciones. 32 No se ungirá sobre carne humana y no duplicaréis su composición; es sagrado, y permanecerá sagrado para vosotros. 33 Todo el que haga un compuesto igual o que lo coloque sobre un extraño será apartado de su pueblo». 34 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «Tomad para vosotros especias: bálsamo, onija y gálbano; especias e incienso puro: éstos serán del mismo peso. 35 Harás de ellos un compuesto de especias, artesanía de perfumista, perfectamente mezclado, puro y sagrado. 36 Molerás parte de él finamente y lo colocarás frente al Testimonio en la Tienda de la Reunión, donde me reuniré contigo; será santo de santos para vosotros. 37 La proporción del incienso que harás, no la haréis para vosotros; será santo para vosotros, será para El Eterno. 38 Todo el que haga algo igual para olerlo, será apartado de su pueblo».
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- 1 El Eterno habló a Moshé (Moisés), diciendo: «2 Ve, he llamado por el nombre a Betzalel, hijo de Uri, hijo de Jur, de la tribu de Iehuda. 3 Lo he colmado de espíritu Divino, de sabiduría, entendimiento y conocimientos, y de todas las artes; 4 tejer diseños, trabajar el oro, la plata y el cobre; 5 labrar las piedras para los engarces y grabar la madera: para realizar todas las artes. 6 Y he aquí que he asignado junto a él a Aholiab, hijo de Ajisamaj de la tribu de Dan, y he dotado a todos los hombres de corazón sabio de sabiduría, y ellos harán todo lo que te he ordenado:7 la Tienda de la Reunión, el Arca del Testimonio y la Cubierta que hay sobre él, y todos los utensilios de la Tienda; 8 la Mesa y sus utensilios, la Menorá pura y todos sus utensilios, y el Altar del incienso; 9 el Altar de las ofrendas ígneas y todos sus utensilios, la Jofaina y su base; 10 las vestimentas tejidas, las vestimentas sagradas de Aarón el Sacerdote y las vestimentas de sus hijos, para oficiar de sacerdotes; 11 el aceite de unción y las especias del incienso del Santuario. Tal como te he ordenado harán». 12 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés), diciendo: «Ahora háblales a los Hijos de Israel, diciendo: Sin embargo, debéis observar Mis días de Shabat, pues es señal entre Yo y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que Yo soy El Eterno, Quien os santifica. 14 Observaréis el Shabat, pues es sagrado para vosotros; los que lo profanen ciertamente morirán porque todo el que haga en él tarea, esa alma será apartada del medio de su pueblo. 15 Durante seis días podrán hacerse trabajos y el séptimo día es día de absoluto descanso, es sagrado para El Eterno; todo el que haga trabajo el día de Shabat será sentenciado a muerte. 16 Los Hijos de Israel observarán el Shabat, para hacer al Shabat pacto eterno por sus generaciones. 17 Entre Yo y los Hijos de Israel es señal eterna de que El Eterno hizo el cielo y la tierra en un lapso de seis días, y el séptimo día cesó y se retiró a lo espiritual». (2º DÍA/ALIÁ) 18 Cuando terminó de hablarle en el Monte de Sinaí, le entregó a Moshé (Moisés) las dos Tablas del Testimonio, tablas de piedra inscriptas por el dedo de Dios.
32
- 1 El pueblo vio que Moshé (Moisés) se había demorado en bajar de la montaña y se reunió en torno a Aarón y le dijo: «Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros, pues no sabemos qué es lo que le ha ocurrido a este hombre Moshé (Moisés) que nos trajo de la tierra de Egipto». 2 Aarón les dijo: «Quitad los anillos de oro que hay en las orejas de vuestras mujeres, hijos e hijas, y traédmelos». 3 Todo el pueblo se quitó los anillos de oro que tenían en las orejas, y se los llevó a Aarón. 4 Él los tomó de sus manos y los unió en una tela, y formó un becerro fundido. Dijeron: «Éste es tu dios, Israel, que te hizo ascender de la tierra de Egipto». 5 Aarón vio y construyó un altar frente a él. Aarón exclamó y dijo: «¡Fiesta para El Eterno mañana!». 6 Al día siguiente se levantaron temprano y ofrecieron ofrendas ígneas y trajeron ofrendas pacíficas. El pueblo se sentó a comer y beber, y se levantó a divertirse. 7 El Eterno habló a Moshé (Moisés): «Ve, desciende, pues tu pueblo, al que hiciste ascender de la tierra de Egipto, se ha corrompido. 8 Rápidamente se descarrió del camino que les he ordenado. Se han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él, y han sacrificado para él, diciendo: Éste es tu dios, Israel, que te hizo ascender de la tierra de Egipto». 9 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «He visto a este pueblo, y he aquí que es un pueblo obstinado. 10 Y ahora, desiste de Mí. Que Mi enojo se encienda contra ellos, y los consuma; y te convertiré en una gran nación». 11 Moshé (Moisés) rogó ante El Eterno, su Dios, y dijo: «¿Por qué, El Eterno, habría de encenderse Tu ira contra Tu pueblo, al que sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? 12 ¿Por qué habría de decir Egipto lo siguiente: Con mala intención los sacó, para matarlos en las montañas y para aniquilarlos de la faz de la tierra? Que se aplaque Tu ira ardiente y reconsidera el mal que atentas contra Tu pueblo. 13 Recuerda a Abraham, Itzjak (Isaac) e Israel, Tus siervos, a los que Tú juraste por Ti mismo, y les dijiste: Aumentaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu simiente toda esta tierra de la que hablé y será su heredad por siempre». 14 El Eterno reconsideró el mal que declaró que haría con Su pueblo. 15 Moshé (Moisés) giró y descendió de la montaña, con las dos Tablas del Testimonio en su mano, Tablas inscriptas de ambos lados; estaban inscriptas de un lado y del otro. 16 Las Tablas eran obra hecha por Dios y la escritura era la escritura de Dios, grabada en las Tablas. 17 Ioshúa (Josué) oyó el sonido del pueblo en sus gritos y le dijo a Moshé (Moisés): «¡Hay sonido de batalla en el campamento!». 18 Él dijo: «No un sonido que clama fuerza ni un sonido que clama debilidad; ¡un sonido es lo que oigo!» 19 Ocurrió que cuando se acercó al campamento y vio el becerro y los bailes, se encendió la ira de Moshé (Moisés). Arrojó las Tablas de las manos y las quebró al pie de la montaña. 20 Tomó el becerro que habían hecho y lo hizo arder en el fuego. Lo molió hasta convertirlo en polvo fino, y lo esparció sobre el agua. Hizo que bebieran los Hijos de Israel. 21Moshé (Moisés) le dijo a Aarón: «¿Qué fue lo que te hizo este pueblo que le causaste un pecado tan grave?». 22 Dijo Aarón: «Que no se encienda la ira de mi señor. Tú sabes que el pueblo se inclina hacia el mal. 23 Ellos me dijeron: Haznos un dios que vaya delante de nosotros, pues este hombre Moshé (Moisés) que nos hizo ascender de la tierra de Egipto, no sabemos qué fue lo que le ocurrió. 24 Entonces les dije: ¿Quién tiene oro? Ellos se lo quitaron y me lo dieron. Yo lo arrojé al fuego, y emergió este becerro». 25 Moshé (Moisés) vio el pueblo, que estaba expuesto, pues Aarón los había expuesto en deshonra entre aquellos que se alzan en su contra. 26 Moshé (Moisés) se colocó en la entrada del campamento, y dijo: «Todo el que esté con El Eterno, ¡que venga conmigo!», y todos los levitas se reunieron en torno a él. 27 Él les dijo: «Así dijo El Eterno, Dios de Israel: Cada hombre, que coloque su espada sobre su muslo y pase hacia adelante y hacia atrás de una puerta a otra del campamento. Que cada hombre mate a su hermano, cada hombre a su prójimo y cada hombre a su cercano». 28 Los levitas hicieron tal como dijo Moshé (Moisés) y alrededor de tres mil hombres del pueblo cayeron aquel día. 29 Dijo Moshé (Moisés): «Dedicaos en este día a El Eterno, pues cada uno se ha opuesto a su hijo y a su hermano, para que Él os confiera una bendición en este día».30 Al día siguiente, Moshé (Moisés) le dijo al pueblo: «Habéis cometido un pecado muy grave. Y ahora subiré hacia El Eterno, tal vez pueda obtener la expiación de vuestro pecado». 31 Moshé (Moisés) retornó con El Eterno y dijo: «¡Te lo suplico! Este pueblo ha cometido un grave pecado y se han hecho un dios de oro, 32 y ahora, por favor perdona su pecado; pero si no, bórrame ahora de Tu libro que has escrito». 33 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «Todo el que haya pecado contra Mí, lo borraré de Mi libro. 34 Ahora, ve y conduce al pueblo hacia donde te he dicho. He aquí que Mi ángel irá delante de ti y el día que haga Mi recuento, haré que su pecado cuente en su contra». 35 El Eterno atacó al pueblo con una plaga, a causa del becerro que había hecho Aarón.
33
- 1 El Eterno habló a Moshé (Moisés): «Ve, asciende desde aquí, tú y el pueblo que has hecho ascender de la tierra de Egipto, a la tierra que juré a Abraham, a Itzjak (Isaac) y a Iaakov (Jacob), diciendo: La daré a tu descendencia.2 Enviaré un ángel delante de ti, y expulsaré al cananeo, al amorreo, al jeteo, al perizeo, al jiveo y al iebuseo, 3iréis a una tierra donde fluye leche y miel, pero no ascenderé entre vosotros, pues sois un pueblo obstinado, para que no os consuma en el camino». 4 El pueblo oyó esta mala noticia y se apesadumbró, y nadie se puso sus joyas. 5 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «Diles a los Hijos de Israel: Sois un pueblo obstinado. Si Yo asciendo entre vosotros, puedo aniquilaros en un solo instante. Y ahora quítate las joyas y yo sabré qué te haré».6 Y los Hijos de Israel fueron desprovistos de sus joyas desde el Monte Joreb. 7 Moshé (Moisés) tomaba la Tienda y la instalaba fuera del campamento, lejos del campamento, y la llamaba Tienda de la Reunión. Y así era que todo el que buscaba a El Eterno salía a la Tienda de la Reunión, que se hallaba afuera del campamento. 8 Cada vez que Moshé (Moisés) salía a la Tienda, todo el pueblo se levantaba y permanecía de pie, cada uno en la entrada de su tienda, y contemplaba cómo Moshé (Moisés) llegaba a la Tienda. 9 Cuando Moshé (Moisés) llegaba a la Tienda, descendía una columna de nube y se colocaba a la entrada de la Tienda, y Él hablaba con Moshé (Moisés). 10 Todo el pueblo veía la columna de nube ubicada en la entrada de la Tienda y todo el pueblo se levantaba y se postraba, cada uno en la entrada de su tienda. 11 El Eterno hablaba con Moshé (Moisés) cara a cara, como un hombre habla con su prójimo; luego él regresaba al campamento. Su sirviente, Ioshúa (Josué) hijo de Nun, era un joven que no salía de adentro de la Tienda. (3º DÍA/ALIÁ) 12 Moshé (Moisés) le dijo a El Eterno: «Ve, Tú me dices: haz ascender a este pueblo, pero Tú no me informaste a quién enviarás conmigo; y Tú habías dicho: Te conoceré por tu nombre, y también has hallado gracia en Mis ojos. 13 Y ahora, si en verdad he hallado gracia en Tus ojos, hazme conocer Tu camino, para que pueda conocerte, para que pueda hallar gracia en Tus ojos. Y ve que esta nación es Tu pueblo». 14 Él dijo: «Mi Presencia irá y te dará reposo». 15 Él le dijo: «Si Tu Presencia no va, no nos hagas ascender de aquí. 16 ¿Cómo se sabrá que he hallado gracia en Tus ojos, yo y Tu pueblo?; a menos que Tú nos acompañes, y yo y Tu pueblo nos distinguiremos de todos los pueblos sobre la faz de la tierra». (4º DÍA/ALIÁ) 17 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «Inclusive esto que has hablado haré, pues has hallado gracia en Mis ojos y te he conocido por tu nombre». 18 Dijo él: «Muéstrame ahora Tu gloria». 19 Dijo Él: «Haré que Mi bien pase delante de ti y llamaré con el Nombre de El Eterno ante ti; mostraré gracia cuando elija mostrar gracia y mostraré compasión cuando elija mostrar compasión». 20 Dijo Él: «No podrás ver Mi rostro, pues ningún ser humano puede ver Mi rostro y vivir». 21 Dijo El Eterno: «He aquí que hay un sitio cerca de Mí; puedes pararte sobre la roca. 22Cuando pase Mi gloria, te colocaré en una grieta de la roca; te resguardaré con Mi mano hasta que haya pasado.23 Entonces quitaré Mi mano y verás Mi espalda, mas Mi rostro no podrá ser visto». (5º DÍA/ALIÁ)
34
- 1 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «Graba para ti dos Tablas de piedra como las primeras, y Yo inscribiré sobre las Tablas las palabras que había en las primeras Tablas que quebraste. 2 Estate listo a la mañana; sube al Monte de Sinaí a la mañana y párate junto a Mí en la cima de la montaña. 3 Ningún hombre podrá ascender contigo ni nadie podrá ser visto en toda la montaña. Ni siquiera las ovejas ni el ganado vacuno podrán pastar frente a la montaña». 4 Él grabó dos Tablas de piedra como las primeras. Moshé (Moisés) se levantó a la mañana temprano y ascendió al Monte de Sinaí, tal como le había mandado El Eterno, y tomó dos Tablas de piedra en la mano. 5 El Eterno descendió en una nube y se ubicó junto a él allí, y proclamó con el Nombre El Eterno. 6 El Eterno pasó ante él y proclamó: El Eterno, El Eterno, Dios, Compasivo y Clemente, Lento para Enojarse y Generoso en benevolencia y verdad; 7 Preserva la benevolencia por miles de generaciones, Perdona la iniquidad, el pecado intencionado, y el error, y Quien no absuelve (a los que no se arrepienten), Rememora la iniquidad de los padres sobre los hijos y nietos, hasta la tercera y cuarta generación. 8 Moshé (Moisés) se apresuró a inclinar su cabeza al suelo y postrarse. 9 Dijo: «Si ahora he hallado gracia en Tus ojos, Señor mío, que mi Señor vaya entre nosotros, pues es un pueblo obstinado, y Tú perdonarás nuestra iniquidad y error, y nos harás Tu heredad». (6ª DÍA/ALIÁ) 10 Dijo Él: «He aquí que establezco un pacto: ante todo tu pueblo haré distinciones tales como jamás han sido hechas en todo el mundo y entre todas las naciones; y todo pueblo entre el que te encuentras verá la obra de El Eterno, que es imponente, que estoy a punto de hacer contigo. 11 Cumple lo que te ordeno hoy: He aquí que expulso de ante ti al amorreo, al cananeo, al jeteo, al perizeo, al jiveo y al iebuseo. 12 Ten cuidado de no establecer un pacto con el habitante de la tierra a la que vienes, para que no sea una trampa entre vosotros. 13 En cambio, romperás sus altares, destruirás sus columnas, y talarás sus árboles sagrados. 14 Pues no os postraréis ante un dios extraño, pues el Nombre Mismo de El Eterno es Celoso, Él es un Dios Celoso. 15 Para que no establezcas pacto con el habitante de la tierra y te descarríes tras sus dioses, sacrifiques para sus dioses y él te invite y comas de lo que ha sacrificado. 16 Y tomes sus hijas para tus hijos, y sus hijas se descarríen tras sus dioses y tienten a tus hijos para que se descarríen tras sus dioses. 17 No os haréis dioses fundidos. 18Observarás la Fiesta de las Matzot: durante siete días comeréis matzot, tal como te ordené, en el momento designado en el mes de la primavera, pues en el mes de la primavera saliste de Egipto. 19 Todo primero de cada matriz es Mío; así como también cualquier animal de tu ganado que produzca un macho, el primer fruto de un buey o un carnero. 20 El primer fruto de un burro lo redimirás con un cordero, y si no lo redimes, lo desnucarás con el hacha. Redimirás a todo primogénito de tus hijos. No aparecerás ante Mí con las manos vacías. 21 Seis días trabajarás y el séptimo día cesarás; de sembrar y cosechar cesarás. 22 Harás la Fiesta de las Semanas con la primera ofrenda de la cosecha de trigo; y la Fiesta de la Recolección será con el cambio de año. 23 Tres veces por año todos tus varones aparecerán ante el Señor, El Eterno, Dios de Israel. 24 Pues expulsaré a las naciones de ante ti y ensancharé tu frontera; ningún hombre deseará tu tierra cuando subas a aparecer ante El Eterno, tu Dios, tres veces al año. 25 No sacrificarás la sangre de Mi ofrenda en posesión de pan leudado, ni la ofrenda festiva de Pesaj podrá quedar toda la noche hasta la mañana. 26 Los primeros frutos de lo que produzca tu tierra lo traerás a la Casa de El Eterno, tu Dios. No cocerás al cabrito en la leche de su madre». (7º DÍA/ALIÁ) 27 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «Escribe estas palabras para ti, pues según estas palabras he establecido un pacto contigo e Israel». 28 Él permaneció allí, junto a El Eterno, durante cuarenta días y cuarenta noches, y no comió pan ni bebió agua, y Él escribió sobre las Tablas las palabras del pacto, los Diez Mandamientos. 29 Cuando Moshé (Moisés) descendió del Monte de Sinaí, con las dos Tablas del Testimonio en la mano, Moshé (Moisés) no sabía que la piel de su rostro se había vuelto radiante cuando Él le había hablado. 30 Aarón y todos los Hijos de Israel vieron a Moshé (Moisés), y he aquí que la piel de su rostro se había vuelto radiante; y temieron acercársele. 31 Moshé (Moisés) los llamó y Aarón y todos los líderes de la asamblea regresaron a él, y Moshé (Moisés) les habló. 32 Después, todos los Hijos de Israel se acercaron; y él les ordenó en lo relativo a todo lo que El Eterno le había hablado en el Monte de Sinaí. (MAFTIR) 33 Moshé (Moisés) terminó de hablar con ellos y se colocó una máscara sobre el rostro. 34 Cuando Moshé (Moisés) venía ante El Eterno para hablar con Él, se quitaba la máscara hasta su partida; entonces se iba y les relataba a los Hijos de Israel todo lo que se les había ordenado. 35 Cuando los Hijos de Israel veían que el rostro de Moshé (Moisés) se había vuelto radiante, Moshé (Moisés) se colocaba nuevamente la máscara en el rostro, hasta que venía a hablar con Él.
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