LIBRO BERESHIT - PARASHÁ VAIETZÉ (Y salió)
Kislev 1 – 7, 5772 / Noviembre 27 – Diciembre 3, 2011
10 Iaakov (Jacob) salió de Beersheba y se dirigió hacia Jarán. 11 Llegó al lugar y allí pasó la noche, pues el sol se había puesto; tomó piedras del lugar y las dispuso alrededor de su cabeza, y se recostó en aquel lugar. 12 Y soñó, y he aquí que había una escalera colocada sobre la tierra cuyo extremo llegaba hasta el cielo; y he aquí que ángeles de Dios subían y bajaban por ella. 13 Y he aquí que El Eterno estaba parado sobre él y dijo: «Yo soy El Eterno, Dios de Abraham, tu padre, y Dios de Itzjak (Isaac); la tierra sobre la cual yaces a ti te la daré y a tus descendientes. 14 Tu simiente será como el polvo de la tierra y te extenderás, hacia el oeste, el este, el norte, y el sur; y todas las familias de la tierra se bendecirán en ti y en tu descendencia. 15 He aquí que Yo estoy contigo; te guardaré dondequiera que vayas y te devolveré a esta tierra; pues no te abandonaré hasta que haya hecho lo que he hablado a tu respecto». 16 Iaakov (Jacob) se despertó de su sueño y dijo: «Ciertamente El Eterno está presente en este lugar, ¡y yo no lo sabía!». 17 Y tuvo miedo, y dijo: «¡Qué terrible es este lugar! ¡Ésta no es otra que la Casa de Dios, y ésta es la puerta de los cielos!». 18 Iaakov (Jacob) se despertó temprano a la mañana y tomó la piedra que había colocado alrededor de la cabeza y la puso como pilar; y vertió aceite en su cúspide, 19 y llamó al lugar Bet-El; sin embargo, Luz era el nombre original de la ciudad. 20 Iaacov (Jacob) hizo un voto, diciendo: «Si Dios ha de estar conmigo, ha de guardarme por este camino que voy; dándome pan que comer y ropa que vestir; 21 y si retornare en paz a la casa de mi padre, y si El Eterno ha de ser un Dios para mí, 22 entonces, esta piedra que he colocado como pilar será la casa de Dios y todo lo que me des habré de diezmarlo para Ti». (2º Día / 2ª aliá)
29 |
- 1 Iaakov (Jacob) se puso de pie y se dirigió hacia la tierra de los pueblos del este. 2 Observó y he aquí que halló un pozo en el campo. Y he aquí que junto al pozo había tres rebaños de ovejas, pues de ese pozo daban de beber a los rebaños, y la piedra que había sobre la boca del pozo era grande. 3 Cuando se reunían todos los rebaños en aquel lugar, hacían rodar la piedra de la boca del pozo y daban de beber a las ovejas; luego volvían a colocar la piedra en su sitio, en la boca del pozo. 4 Iaakov (Jacob) les dijo: «Hermanos míos, ¿de dónde venís?». Y ellos dijeron: «Somos de Jarán». 5 Él les dijo: «¿Conocéis a Labán hijo de Najor?». Y ellos dijeron: «Lo conocemos». 6 Él les dijo: «¿Está bien?». Y ellos respondieron: «Está bien; he aquí su hija Rajel (Raquel) viene con el rebaño». 7 Dijo él: «El día es largo aún; todavía no es momento de reunir el rebaño; dadle de beber a las ovejas y continuad pastando». 8 Mas ellos dijeron: «No podremos hasta que todos los rebaños hayan sido reunidos y hagan rodar la piedra de la boca del pozo, entonces daremos de beber a las ovejas». 9 Mientras él estaba hablando aún con ellos, Rajel (Raquel) llegó con las ovejas de su padre, pues ella era pastora. 10 Y cuando Iaacov (Jacob) vio a Rajel (Raquel), hija de Labán, el hermano de su madre, y a las ovejas de Labán, el hermano de su madre, Iaacov (Jacob) se acercó e hizo rodar la piedra de la boca del pozo y dio de beber a las ovejas de Labán, hermano de su madre. 11 Entonces Iaacov (Jacob) besó a Rajel (Raquel); y alzó su voz, y lloró. 12 Iaakov (Jacob) le dijo a Rajel (Raquel) que era pariente de su padre y que era hijo de Rivka (Rebeca); ella fue corriendo a contarle a su padre. 13 Y sucedió que cuando Labán oyó la noticia de Iaakov (Jacob), hijo de su hermana, que fue corriendo hacia él, lo abrazó, lo besó y lo llevó a su casa; él le relató a Labán todos estos hechos. 14 Entonces Labán le dijo: «Efectivamente, ¡eres de mi misma sangre! Y se asentó con él durante un mes. 15 Labán le dijo a Iaakov (Jacob): «¿Simplemente porque eres pariente mío me vas a servir gratis? Dime, ¿cuál será tu salario?». 16 Labán tenía dos hijas. La mayor se llamaba Lea y la menor se llamaba Rajel (Raquel). 17 Los ojos de Lea eran delicados, mientras que Rajel (Raquel) era de hermosa forma y bella apariencia. (3er día / 3ª aliá) 18 Iaakov (Jacob) amaba a Rajel (Raquel), y dijo: «Trabajaré para ti durante siete años por Rajel (Raquel), tu hija menor». 19 Dijo Labán: «Mejor será que te la dé a ti y no a otro hombre; asiéntate conmigo». 20 Y Iaakov (Jacob) trabajó siete años por Rajel (Raquel) y le parecieron unos pocos días, tanto la amaba. 21 Iaakov (Jacob) le dijo a Labán: «Entrégame a mi mujer, pues se ha cumplido mi término, y me casaré con ella». 22 Y Labán reunió a toda la gente e hizo un banquete. 23 Y al anochecer tomó a su hija Lea y se la llevó a él; y él se casó con ella. 24 Y Labán le dio a su sirvienta, Zilpá, como sirvienta para su hija Lea. 25 Y, a la mañana, he aquí que era Lea. Y le dijo a Labán: «¿Qué es esto que me has hecho? ¿Acaso no fue por Rajel (Raquel) que trabajé para ti? ¿Por qué me has engañado?». 26 Dijo Labán: «Eso no se acostumbra en nuestro lugar, entregar a la menor antes que a la mayor. 27 Completa la semana de ésta, y te daremos también la otra por el trabajo que habrás de hacer para mí siete años más». 28 Iaakov (Jacob) así lo hizo y completó la semana de ella; y él le dio a su hija Rajel (Raquel) como su mujer. 29 Y Labán le dio a Rajel (Raquel), su hija, a Bilá, su sirvienta, para que fuera sirvienta suya. 30 Él se casó también con Rajel (Raquel) y amó a Rajel (Raquel) todavía más que a Lea; y trabajó con él siete años más. 31 El Eterno vio que Lea no era amada, y abrió su matriz; pero Rajel (Raquel) permaneció estéril. 32 Lea concibió y dio a luz un hijo, y lo llamó Reuben (Rubén), porque dijo: «Porque El Eterno ha percibido mi aflicción, pues ahora mi marido me amará». 33 Y concibió nuevamente y dio a luz un hijo, y dijo: «Porque El Eterno ha oído que no soy amada, me ha dado éste también», y lo llamó Shimon (Simeón). 34 Nuevamente concibió y dio a luz un hijo, y dijo: «Esta vez mi marido se unirá a mí, pues le he dado tres hijos»; por eso lo llamó Levi. 35 Y concibió una vez más y dio a luz un hijo, y dijo: «Esta vez alabaré a El Eterno»; por eso lo llamó Iehuda (Judá); entonces dejó de dar a luz.
30 |
- 1 Rajel (Raquel) vio que no le había dado hijos a Iaakov (Jacob), y tuvo celos de su hermana; le dijo a Iaakov (Jacob): «Dame hijos, si no soy como una persona muerta». 2 Y se despertó la ira de Iaakov (Jacob) contra Rajel (Raquel), y dijo: «¿Acaso yo estoy en lugar de Dios, Quien te ha negado el fruto del vientre?». 3 Dijo ella: «Aquí está mi sirvienta Bilá, allégate a ella, para que dé a luz sobre mis rodillas y yo también pueda construirme a través de ella». 4 Le dio a su sirvienta Bilá por mujer y Iaakov (Jacob) se allegó a ella. 5 Bilá concibió y le dio un hijo a Iaakov (Jacob). 6 Entonces Rajel (Raquel) dijo: «Dios me ha juzgado y también ha oído mi voz y me ha dado un hijo». Por eso lo llamó Dan. 7 Bilá, la sirvienta de Rajel (Raquel), concibió nuevamente y le dio a Iaacov (Jacob) un segundo hijo. 8 Y dijo Rajel (Raquel): «¡Numerosas plegarias ofrecí a Dios acerca de mi hermana y fui respondida!». Y lo llamó Naftali (Neftalí). 9 Cuando Lea vio que había dejado de dar a luz, tomó a su sirvienta Zilpá y se la dio a Iaakov (Jacob) por mujer. 10 Zilpá, sirvienta de Lea, le dio a Iaacov (Jacob) un hijo. 11 Y Lea dijo: «¡Ha llegado buena suerte!». Y lo llamó Gad. 12 Zilpá, sirvienta de Lea, le dio un segundo hijo a Iaakov (Jacob). 13 Lea dijo «¡Para mi felicidad! Pues las mujeres me felicitarán». Y lo llamó Asher (Aser). (4º día / 4ª aliá) 14 Reuben (Rubén) fue en los días de la cosecha del trigo y halló mandrágoras en el campo, y se las trajo a su madre Lea; Rajel (Raquel) le dijo a Lea: «Por favor, dame algunas de las mandrágoras de tu hijo». 15 Pero ella le dijo: «¿Acaso no fue bastante que tomaras a mi marido, y ahora también quieres tomar las mandrágoras de mi hijo?». Dijo Rajel (Raquel): «Por eso, en pago por las mandrágoras de tu hijo, se unirá a ti esta noche». 16 Cuando Iaakov (Jacob) llegó del campo al anochecer, Lea salió a recibirlo, y dijo: «Vendrás a mí, pues ciertamente te he conseguido a cambio de las mandrágoras de mi hijo». Y se unió a ella aquella noche. 17 Dios escuchó a Lea; y ella concibió y le dio a Iaacov (Jacob) un quinto hijo. 18 Y Lea dijo: «Dios me ha recompensado, pues le di mi sirvienta a mi marido». Y lo llamó Isajar (Isacar). 19 Entonces Lea concibió nuevamente y le dio a Iaakov (Jacob) un sexto hijo. 20 Dijo Lea: «Dios me ha otorgado un buen regalo; ahora mi marido vivirá siempre conmigo, pues le he dado seis hijos». Y lo llamó Zebulun (Zabulón). 21 Luego tuvo una hija y
31 |
- 1 Oyó las palabras de los hijos de Labán, diciendo: «Iaakov (Jacob) tomó todo lo que le pertenecía a nuestro padre y con lo que le pertenecía a nuestro padre hizo toda esta fortuna». 2 Iaakov (Jacob) vio el rostro de Labán y he aquí que no se comportaba con él como antes. 3 Y El Eterno le dijo a Iaakov (Jacob): «Regresa a la tierra de tus padres y a la tierra de tu nacimiento, y Yo estaré contigo». 4 Iaakov (Jacob) mandó a llamar a Rajel (Raquel) y Lea al campo, donde estaba el rebaño, 5 y les dijo: «He visto el rostro de vuestro padre que ya no me dispensa el mismo trato que antes; pero el Dios de mi padre estuvo junto a mí. 6 Sabéis que con todas mis fuerzas serví a vuestro padre, 7 y vuestro padre me ha mentido, cambiándome el salario cien veces; mas Dios no permitió que me hiciera daño. 8 Si decía las moteadas serán tu salario, entonces todo el rebaño paría ovejas moteadas, y si decía las rayadas serán tu salario, entonces todo el rebaño paría ovejas rayadas. 9 Así fue como Dios mermó el ganado de vuestro padre, y me lo entregó a mí. 10 Sucedió una vez, en la época del apareamiento, que alcé la vista y vi en un sueño que los cabritos que procreaban el rebaño eran rayados, moteados y veteados. 11 Y un ángel de Dios me dijo en el sueño: ¡Iaakov (Jacob)!. Y yo dije: Heme aquí. 12 Y él dijo: Alza la vista, por favor, y ve que todos los cabritos que procrean los rebaños son rayados, moteados y veteados, pues he visto todo lo que Labán te está haciendo. 13 Yo soy el Dios de Bet-El, donde ungiste un pilar y donde Me hiciste un voto. Ahora levántate y vete de esta tierra, y regresa a la tierra de tu nacimiento». 14 Rajel (Raquel) y Lea respondieron diciendo: «¿Acaso seguimos poseyendo una parte y una herencia de la casa de nuestro padre? 15 ¿No se nos considera extrañas? Pues él nos ha vendido y ha consumido totalmente nuestro dinero. 16 Pero toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre nos pertenece a nosotras y a nuestros hijos; ahora, lo que Dios te haya dicho, hazlo». (6º día / 6ª aliá) 17 Iaakov (Jacob) se levantó y colocó a sus hijos y sus mujeres sobre los camellos. 18 Y condujo todo su ganado y toda la riqueza que había acumulado, las propiedades que había adquirido en Padán Aram, para ir a lo de su padre Itzjak (Isaac), a la tierra de Canaán. 19 Labán había ido a esquilar sus ovejas y Rajel (Raquel) robó los ídolos de su padre. 20 Iaakov (Jacob) engañó a Labán el arameo al no decirle que huía. 21 Y huyó con todo lo que tenía. Él se levantó y cruzó el río, y se dirigió hacia el Monte Gilad.
32 |
- 1 Y Labán se despertó temprano a la mañana; besó a sus hijos y a sus hijas y los bendijo; entonces Labán fue y regresó a su lugar. 2 Iaakov (Jacob) prosiguió su camino y los ángeles de Dios lo encontraron. 3 Iaakov (Jacob) dijo al verlos: «¡Éste es un campamento de Dios!». Y llamó a aquel lugar Majanaim.
No hay comentarios:
Publicar un comentario